Organizado por la Diputación Provincial y la Agrupación de Cofradías, la Orquesta Sinfónica, el Orfeón Universitario y cuatro solistas, todos dirigidos por Juan Manuel Parra, sublimaron un concierto extraordinario que superó el aforo disponible para el numeroso público asistente
MÁLAGA, 6 DE NOVIEMBRE DE 2021.- Dadas las consabidas limitaciones de aforo de cara a garantizar la seguridad sanitaria, las espaciosas naves de la Catedral de Málaga fueron insuficientes anoche para poder dar acogida a todo el numeroso público que pretendía asistir al gratuito concierto extraordinario de la misa “Requiem”, de W. A. Mozart, en homenaje a las víctimas de Covid-19.
SOBRESALIENTE ÉXITO ARTÍSTICO
Organizado por la Comisión de Cultura de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa y la Diputación Provincial de Málaga, el espectáculo musico-vocal alcanzó un sobresaliente éxito artístico gracias a la actuación conjunta de la Orquesta Sinfónica de Málaga, del Coro del Orfeón Universitario malacitano, así como de cuatro voces solistas que fueron especialmente seleccionadas para el evento por el ÓperaStudio de la Universidad de Alcalá de Henares, tales como Laura Cruz (soprano), Patricia Illera (alto), Francisco Arbós (alto) y Juan Laboreria (bajo), siendo la dirección general del concierto a cargo del maestro Juan Manuel Parra.
El acto fue presentado por el locutor/periodista Antonio Ismael Aragón, quien glosó todo tipo de detalles sobre la emblemática obra interpretada, las entidades y artistas participantes, y las razones que justificaban la dedicatoria y homenaje de la misma a las personas víctimas de la pandemia.
GRAN EXPECTACIÓN Y PRESENCIA DE PUBLICO
La Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga desea testimoniar la gran colaboración prestada por la Diputación Provincial y el Cabildo Catedral para la celebración del concierto, así como el alto nivel musico-vocal de la Orquesta Sinfónica, Orfeón Universitario, los cuatro solistas y la batuta de Juan M. Parra, todo lo cual supuso una extraordinaria respuesta del público asistente que en pocos minutos completó el máximo del aforo catedralicio permitido (poco más de medio millar de asistentes), quedando muchas personas sin poder acceder al templo. A todas ellas, desde la institución de San Julián también se testimonian las pertinentes disculpas ante la imposibilidad de disponerse una mayor capacidad al efecto.