Paloma Saborido, hermana de Pollinica, pregonera de la Semana Santa malagueña y profesora de la Universidad de Málaga, forma parte como única española de la comisión del Jubileo de los Cofrades de 2025, tema sobre el que versará este miércoles 17 de mayo en la Agrupación de Cofradías la conferencia que impartirá por primera vez a nivel mundial el pro-prefecto del Discasterio para la Evangelización de la Santa Sede, monseñor Rino Fisichella.
-¿En qué va a consistir el Jubileo Cofrade de 2025?
-Es una celebración de diferentes perspectivas de la Iglesia, como el Jubileo de las Familias, el Jubileo Misionero o el Pastoral, y, en este caso, es el Jubileo Cofrade. Es el Año Santo en el que los cristianos peregrinamos a Roma para cruzar la Puerta Santa y recibir la indulgencia plenaria. Históricamente es así y tiene un símbolo muy especial como Año Santo para la Iglesia y los cristianos. Las celebraciones se llevarán a cabo en la ciudad de Roma, y, en el caso de los cofrades, será probablemente durante tres días en el año 2025 y será denominado como Jubileo Cofrade. Nos convocan a todos los cofrades del mundo para celebrar ese Jubileo y para darle forma a esta celebración se ha creado la comisión central en la que estoy, además de las cinco o seis subcomisiones existentes, dependiendo de las celebraciones específicas de los ámbitos específicos. Uno de ellos es el cofrade y nosotros lo que vamos a proponer son diferentes actos para celebrar esos días en Roma y, evidentemente, desde una temática exclusivamente cofrade. Es una oportunidad única porque es una convivencia absoluta de cofrades de todo el mundo que nos vamos a reunir esos días en Roma y vamos a celebrar la fe como sabemos o como normalmente realizamos los cofrades y canalizarla a través de la representación de las hermandades de todo tipo, de gloria, de pasión… en definitiva, de la religiosidad popular que tiene un sitio preeminente en las directrices de lo que significa la Santa Sede en el Vaticano.
-Esta comisión es histórica al tener en cuenta a las cofradías por primera vez, ¿verdad?
-Efectivamente. Es la primera vez que en el Jubileo hay unos días sólo y exclusivamente especiales para las cofradías y hermandades. Por eso lo llaman el Jubileo Cofrade. Han tenido presencia de forma secundaria en Jubileos anteriores como en el del año 2000 que hubo algunos pasos, pero con ocasión de la celebración de un Jubileo Cofrade es la primera vez en la historia de la Iglesia que nos da una oportunidad de tener una presencia activa y exclusiva en las celebraciones del Jubileo.
-Por tanto, un verdadero reto.
-Si. Solo hemos tenido la primera reunión de la comisión y estamos en un momento muy incipiente en el que las propuestas se van a poner encima de la mesa y ahora tenemos que ver la viabilidad de ellas. Hay que tener en cuenta que no solo estamos hablando del Vaticano, de la Santa Sede, que tiene sus propios protocolos, tiempos y manera de organizarse, sino de que las actividades no solo se van a llevar a cabo en el estado vaticano, también en una ciudad como Roma.
-¿El evento religioso también podría celebrarse fuera de Roma como ya ocurrió en Málaga en el Jubileo del año 2000 a nivel cofrade?
-Claro, eso no es incompatible, y, de hecho, las Diócesis son las encargadas de buscar la mejor manera para vivir como cristianos el Jubileo, y, en nuestro caso, como cofrades. También, probablemente, habrá unas directrices. Como digo, estamos en un momento muy incipiente, pero también habrá unos consejos por parte de cada una de las subcomisiones en el ámbito cofrade, unos materiales o formas de celebración de ese Jubileo. Sobre todo, más que celebración, de preparación. No olvidemos que la celebración se hace en Roma y no todos vamos a poder ir allí esos días, pero todos tenemos que celebrar ese Jubileo. Y lo podríamos celebrar en una Diócesis tan importante como Málaga, que deberíamos tener una preparación y celebrarlo, porque es un momento histórico para las cofradías. Es decir, no solo estamos aquí como cofradías en pleno siglo XXI sino que tenemos una posición privilegiada en la Iglesia. Es una forma de dirigir la mirada hacia nuestras instituciones de manera brutal, porque ha habido un cambio importantísimo en la Iglesia en la manera de vernos y considerarnos como parte de la misma. Y eso tenemos que aprovecharlo y ser conscientes de la importancia y prepararnos y celebrarlo también aquí en Málaga con las distintas actuaciones que de forma coordinada Agrupación y Diócesis puedan organizar.
-¿Habrá presencia cofrade malagueña en la capital italiana?
-Esperemos que sí. La propuesta está encima de la mesa. La religiosidad popular es importantísima en España. Probablemente, es el país europeo con más importancia en cuanto a la representatividad de la religiosidad popular, pero también es cierto que tenemos partes en Italia donde son trascendentales o en Francia también lo hay. Pero la importancia que pueda tener en España es similar a la que tiene en América Latina, que también va a celebrar ese Jubileo y tiene que tener presencia en Roma. Estamos hablando a nivel mundial. Ojalá pudiéramos desarrollar al menos actos que sean representativos de cómo vivimos nosotros la religiosidad popular, pero el engranaje debe ir en una misma línea y eso implica la dificultad de organización de cualquier cosa en la ciudad de Roma y la manera de funcionar que tiene el Estado Vaticano.
De todas formas, estoy muy ilusionada e insisto, espero que podamos ver en Roma una representación de cómo vivimos nuestra fe y estoy esperanzada principalmente porque el organizador del Jubileo, que es monseñor Rino Fisichella, es un defensor a ultranza de nuestra manera de vivir la fe. Tanto es así, que es muy importante que la primera conferencia que da en cuanto a la implicación de las cofradías en el Jubileo a nivel mundial la imparta en Málaga. Y eso nos hace ver la importancia que tiene en España la religiosidad popular y la que tenemos los andaluces y lo bien considerados que estamos en el Vaticano con respecto a la Semana Santa de Málaga.
-¿Ha tenido mucho que ver esa implicación tras lo vivido en el Congreso Internacional de Cofradías y Hermandades de Semana Santa con motivo del Centenario de la Agrupación y en el que participó monseñor Fisichella?
-Pues sí. Nosotros no conocíamos a monseñor Fisichella. Fuimos a Lugano Luis Merino, José Carlos Garín y yo como responsables del Congreso Internacional de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, que se celebró por el Centenario de la Agrupación de Cofradías, y escuchamos a monseñor, del que no teníamos contacto alguno, y con la genialidad de Luis Merino consiguió que aceptara la invitación de pronunciar la conferencia inaugural. Después de haberlo escuchado nos impresionó a todos los que estábamos allí. Cuando él llega al Congreso Internacional y ve la trascendencia de la Semana Santa y de las cofradías tanto de gloria como de pasión, que ya conocía porque había estado en Andalucía, pero del movimiento y la presencia internacional que había en Málaga y lo que conseguimos mover en esos días, creo que no solo cubrió sus expectativas, sino que las incrementó. Salió muy contento de lo que había visto y vivido y, de hecho, nos dio la posibilidad de presentarle al Papa Francisco cómo era nuestra Semana Santa de Málaga.
Del mismo modo, pese a tener una agenda muy apretada, aceptó mi invitación en nombre del presidente de la Agrupación, Pablo Atencia, para realizar la conferencia en Málaga en este mes de mayo. Y eso es una muestra de la importancia que la Semana Santa de Málaga está teniendo en España y a nivel internacional.
