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La Agrupación celebra en San Julián 25 años de devoción a la Reina de los Cielos

  • El Obispo Jesús Catalá destacó la divina realeza de la Virgen y deseó que “Ella siga mimando a la Casa de los Cofrades”

  • El expresidente Jesús Saborido glosó la conmemoración con una emocionada exaltación llena de recuerdos y sentimientos

Momento de la exaltación de Jesús Saborido ante María Stma. Reina de los Cielos.

MÁLAGA, 18 DE DICIEMBRE DE 2018.- Con la solemnidad de las grandes celebraciones, la presidencia del obispo de la Diócesis, monseñor Jesús Catalá; acompañado del delegado episcopal de Hermandades y Cofradías, Manuel Ángel Santiago, así como la presencia de buena parte de la Junta de Gobierno, de varios expresidentes de la Agrupación de Cofradías y del pintor y pregonera de la próxima Semana Santa, la Iglesia de San Julián acogió el pasado viernes la conmemoración del 25 aniversario de la bendición de María Stma. Reina de los Cielos, sagrada cotitular de la decana institución cofrade.

El Cristo Resucitado ocupó en San Julián la habitual capilla donde se venera a la Reina de los Cielos.

UN ALTAR A BASE DE ORFEBRES CAJILLOS Y CAPILLAS

Para la extraordinaria ocasión el altar mayor del templo fue decorado de singular y especial manera, siendo cubierto su retablo por un gran cortinaje burdeos e instalándose en el presbiterio un original dosel compuesto por los elementos del cajillo del antiguo trono restaurado de Nuestra Señora del Carmen (El Perchel) y sendas capillas angelicales del trono de la Soledad, de San Pablo. En el centro, sobre su propia peana procesional, la Reina de los Cielos presidió el monumento, estando flanqueada por los flamantes faroles del nuevo trono del Stmo. Cristo Resucitado, cuya imagen se encontraba colocada en un altar lateral de la iglesia. Todo este original montaje estuvo a cargo de la comisión responsable de cultos internos y externos del ente agrupacionista que tutelan David Vidal y Rafael de las Peñas con la vicepresidenta 5ª María del Carmen Ledesma.

Instantánea de la presentación que sobre Jesús Saborido efectuara Pablo Atencia, presidente de la Agrupación de Cofradías, como exaltador de la conmemoración.

ENGRANDECER, EVIDENCIAR Y HONRAR

El acto conmemorativo fue iniciado al filo de las 20:00 horas con una exaltación sobre la efeméride en cuestión por parte de quien fuera presidente de la Agrupación de Cofradías en 1993, Jesús Saborido Sánchez, en cuyo mandato fue aprobada la incorporación de la Virgen como titular de la entidad de San Julián. Saborido fue presentado por el presidente de la institución, Pablo Atencia, quien, además de resaltar los valores cofrades de su antecesor, significó la importancia y el acierto de aquella trascendental decisión como “un hito que vino a engrandecer, a evidenciar y a honrar aún más el sentimiento mariano de nuestra Semana Mayor hacia la Santísima Virgen”.

UNA CONFESIÓN CON ANTECEDENTE DE NIÑO COFRADE

Jesús Saborido durante su intervención.

Por espacio de unos quince minutos, quien también fuera pregonero de nuestra Semana Santa en 1978 hizo un sentido relato sobre cómo fue gestada la incorporación de la Reina de los Cielos al patrimonio de Fe de la Agrupación de Cofradías. “Aquí, ahora -manifestó Saborido-, permitidme os confiese públicamente que desde niño, desde que tuve uso de razón cofrade, sentía ese “íntimo” malestar, ese “desasosiego” que también otros cofrades sentían porque olvidábamos la figura de la Virgen en el momento de la gloriosa Resurrección. Por ello, apenas pasados unos días de mi juramento como presidente, mi primera decisión en aquel cargo de tan alta responsabilidad en el que me habían puesto mis hermanos cofrades, fue exponer a la Junta de Gobierno la injusticia que suponía ver a la Virgen tan sólo en el dolor de Cristo y olvidarla en su triunfo y Resurrección…”.

Aspecto de la Iglesia de San Julián con parte del público asistente a la ceremonia conmemorativa.

RELATO EMOCIONADO DE UNA SOBERANA DECISIÓN

Miembros de la escolanía Pueri Cantores Sanctíssimum Corpus Christi en un momento de la actuación musical.

Con una emocionada oratoria, el ex-presidente agrupacionista fue narrando los distintos momentos que marcaron aquella histórica soberana voluntad para culminar expresando que “desde entonces ya no tenemos desasosiego, ni sentimos que algo falta el Domingo de Resurrección, que algo importante habíamos olvidado, porque te tenemos `para rezarte todos los días del año, para regalarte todo lo mejor que esta Agrupación pueda darte y para procesionarte tras nuestro Cristo Resucitado”.

Una cálida y entusiasmada ovación puso broche a la exaltación de Jesús Saborido, tras la cual hubo un breve descanso preparatorio para dar paso al desarrollo de la misa. Esta fue presidida por el obispo Jesús Catalá y concelebrada por el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Manuel Ángel Santiago, y el diácono José Fernández. Intervino en el apartado musical la escolanía Pueri Cantores Sanctíssimum Corpus Christi.

“EL TRONO DE JESUSCRISTO ES SU CRUZ”

El obispo Jesús Catalá durante su homilia, acompañado por el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Manuel Ángel Santiago (derecha), y el diácono José Fernández.

En la homilía monseñor Catalá subrayó en primera instancia la importancia del título que da nombre a la advocación de la Virgen, expresando que “la realeza que atesora es el resultado de su unión con el Señor en forma de maternidad, ya que nunca cayó y siempre se mantuvo en pie”. También hizo hincapié en que “María se compadece y sufre con nosotros por ver a su hijo en su trono: la cruz”. Entre sus misiones, el obispo destacó que “la Virgen es reina en el servicio a Dios y a la Humanidad en un reino que surge de la justicia”. Enfatizó en la necesidad de acudir a su amparo en las penas y en las alegrías, pues afirmó que “Ella nos dio el mejor fruto humano posible, Jesucristo”.

Momento de la consagración en la celebración eucarística.

“LA VIRGEN ESTÁ MUY CERCA DE NOSOTROS. NOS ESCUCHA Y NOS GUÍA”

Cetro ofrendado a la Reina de los Cielos por su conmemoración agrupacionista.

Por otra parte, el obispo puso de manifiesto que “ser ciudadano del reino de Cristo implica ofrecer servicio, amor, entrega, donación y generosidad… Aquellas misiones que encumbraron la vida eterna de Jesús y la Virgen. No pretendamos cargos honoríficos, busquemos otras funciones de servicio a la sociedad que nos realicen como personas”. Asimismo, instó Jesús Catalá a seguir el ejemplo que nos marca la Reina de los Cielos porque “Ella está muy cerca de nosotros, escucha nuestra voz y nos guía constantemente”.

El obispo abundó sobre la tarea que hemos de cumplir ante la llegada de la Resurrección, para lo que debemos “empezar a morir al egoísmo y al pecado, de forma que cuando la muerte nos encuentre, estemos más preparados para el resurgimiento de nuestra alma”. Previamente a la finalización de la Eucaristía, Catalá insistió en la labor tan importante que desempeña la Agrupación de Cofradías y deseó que la Semana Santa siga obteniendo “mucho fruto” gracias a la institución de San Julián: “Que Santa María siempre mime a esta Casa”, concluyó.

Instante de la bendición y ofrenda del centro a la Reina de los Cielos por parte de monseñor Catalá, de manos de Pablo Atencia, ante la presencia de los reverendos Santiago y Fernández.

UN CETRO PARA LA REINA DE LOS CIELOS

Durante la ceremonia religiosa fue bendecido un centro, regalo ofrecido a la Virgen por iniciativa del organismo cofrade, diseño del artista malagueño José María Ruiz Montes y ejecutado por el orfebre hispalense Emilio Méndez. A término de la misma fue cantada la Salve, culminándose la celebración con un devoto besamano.

Foto de recuerdo de la conmemoración con los responsables eclesiásticos, ex-presidentes de la Agrupación, miembros de la Junta de Gobierno, y pintor y pregonera de la próxima Semana Santa.

PULSA AQUÍ PARA DESCARGAR EL TEXTO ÍNTEGRO DE LA EXALTACIÓN OFRECIDA POR JESÚS SABORIDO A MARÍA STMA. REINA DE LOS CIELOS

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